"To wish impossible tings"

Nada de mis sueños ha vuelto desde entonces...
Tu cabello ahora es escaso; envejeces y pasa, confesaste.
El ulular de los búhos ha sido trastornado, ellos ahora se volvieron histéricos;
queremos vivir y los sueños no alimentan como cuando niños.

Las noches ahora me matan,
estudio, trabajo, soy madre y padre;
adopto posturas, me siento abandonada y a veces lloro.

Sin embargo, se que en algún lado tus ojos aun brillan.
Dejan sus destellos esparcidos como copos que caen.
Se que me quieres y también reconozco quererte.
Mis sueños se han transformado, supongo.
Y en mi corazón de niña, aun se que puedo soñar con los años que han escapado.

Ironías crueles: no debí crecer, pero sin crecer no te tendría conmigo....

Las carencias de Y.

Solo escuche esta canción y como siempre me acuerdo de lo que escribes, ademas de que es un tema recurrente en su blog, dedico a Y. esta letra de la barranca:

 

La Rosa

Álbum : Denzura, 2003

No hay placer sin dolor
no es amor si no lastima
No hay pasión que no sea riesgo
no hay rosa sin espinas
Es el calor de tu cuerpo en la noche sanando
todas las heridas
No hay placer sin dolor
no es amor si no lastima
Frontera
difusa
la que los separa
Ya qué importa
esa distancia
no vale la pena
No hay placer sin dolor
no hay rosa sin espinas
Frontera
difusa
la que los separa
Ya qué importa
esa distancia
no vale la pena

Pruebas, Cálculo….UAM!!

 

Yo estoy contento de estar en este punto de mi vida en la UAM, por que no tengo mas presiones que las

necesarias. Nada me ha obligado a asistir a mis clases, a tomar  apuntes, gráficas, notas, exposiciones, e inclusive, a hacer amistades dentro del ámbito escolar.

Me gusta mi escuela.

Y por fortuna para mi, he comenzado a vislumbrar antiguos apegos técnicos que solía tener cuando niño. Sí, fue un niño nerd. Yo leía mucho cuando tenia entre ocho y diez años libros de cálculo, matemáticas avanzadas y topología. Mi papá me inculco el amor por la lectura y como no sabia de las novelas juveniles, solo atinaba a tomar libros de su biblioteca y los re-leía incontables ocasiones. Así descubrí muchos teoremas que ahora estamos aprendiendo a usarlos. También alcancé a ver que nunca los matemáticos, físicos, astrónomos, o cualquier autor que se solía mencionar y que exponían magistralmente sus manejos de números y teorías, nunca hubo uno, que no sonriera. Siempre vi la sonrisa franca de Sagan, Hawking, Von Newmann y muchos otros que ahora mismo estudio y que aprendo mucho mas del valor de su aportación científica.

No es que crea que cambié y que ahora pienso distinto como para ver esas cosas. Siempre lo he sabido, solo que dejé de lado toda esa perspectiva. No esta mal, por que una vida  como la mía, suele ser buena y la aprecio. Pero solo quería escribir y que quienes comparten estas lecturas conmigo sepan que me siento bastante contento con haber tomado la decisión de estar en la escuela en este punto de mi vida.

Ahora sé por  que ellos sonreían

…

La tentación de existir.

Emile Cioran
La tentación de existir (fragmento)

" Por cobardía sustituimos la sensación de nuestra nada por la sensación de la nada. Y es que la nada general apenas nos inquieta: vemos en ella demasiado a menudo una promesa, una ausencia fragmentaria, un callejón sin salida que se abre. Durante largo tiempo me obstiné en hallar a alguien que lo supiera todo sobre sí mismo y sobre los otros, un sabio-demonio, divinamente clarividente. Cada vez que creía haberlo encontrado, debía, tras un examen, cambiar de opinión: el nuevo elegido tenía todavía alguna mancha, algún punto negro, no sé qué recoveco de inconsciencia o de debilidad que le rebajaba al nivel de los humanos. Percibía yo en él huellas de deseo o de esperanza, o algún residuo de pesar. Su cinismo era manifiestamente incompleto. ¡Qué decepción! Y proseguía siempre mi búsqueda y siempre mis ídolos del momento pecaban en algún aspecto: el hombre estaba presente en ellos, oculto, maquillado o escamoteado. Acabé por comprender el despotismo de la especie, y por no soñar más que con un no-hombre, con un monstruo que estuviese totalmente convencido de su nada. Era una locura concebirlo: no podía existir, ya que la lucidez absoluta es incompatible con la realidad de los órganos. "