06 diciembre, 2008

Speech!!!!


Hoy es la fiesta de quince años de mis sobrina. Solo es una fiesta con ceremonia religiosa tradicional mexicana a la cual asistiré. Es algo que suele pasar en cada familia cuando las generaciones de pequeños crecen y llegan a etapas socialmente establecidas en las que todo mundo cree que con la cifra de años, llega inmediatamente la mentalidad de que es un paso mas y que todo ocurre como se espera.

¿Qué lo hace relevante para mi?

Soy padrino.
Corrijo, soy el padrino de la quinceañera. No como en la circunstancia de ayuda económica a la cual se recurre frecuentemente en la clase media cuando quieren hacer una fiesta similar y nombran a quien compró tal o cual cosa para la fiesta o hizo un pago que la familia debía cubrir.

Soy el padrino de la quinceañera, por que así ha sido desde antes, cuando ella me eligió para que yo asumiera tal situación, lo que lo hace mas relevante.Y para mi, que sé que papel debe tener esa figura en cada familia, es una responsabilidad increíble. Estoy a la altura de los padres en cuanto a educación y respaldo, del tío buena onda, con el que se cuenta cada que se piensa que los padres no entienden. De los amigos que se vuelven cómplices. De alguien que servirá de ejemplo...
Y lo asumo como tal aunque no creo que sea algo simple, pero no imposible.

Hoy debo dar un discurso, a petición de mi hermana y de MI AHIJADA. Y querían que lo preparara, desde hace un mes, pero hasta hoy no tengo nada. En parte me preocupa, por que hablar en publico me es suficientemente incomodo para evitarlo, pero por otro lado, me dará un gusto enorme hablar sobre la relación que llevo con mi sobrina, a la que quiero mucho, con quien comparto ciertos gustos, la que me hace sentir apegado a la generación que pertenece y que me muestra que la vida se toma de un modo simple.

Una niña inteligente, suficientemente ubicada para saber que actúa de modo congruente, un poco perezosa como todos lo fuimos a esa edad, pequeña, a ratos un poco frágil...

Me sorprende pensar que han pasado todos estos años y que pronto no podre verla como la pequeña que siempre ha sido para mi. Pero es un modo de darme cuenta de que la naturaleza se mide con el tiempo y que este es inevitablemente continuo. Seguirán pasando los años y estaré ahí, para verla crecer y saber que, como en esta ocasión, ella cuenta conmigo.

¿De que hablaré en mi discurso? No lo sé exactamente. Pero confió en que las ideas que ahora me rondan al escribir esto logren hilarse en algo que trascienda mas allá de un simple brindis. No quiero abusar de elocuente o emotivo. No quiero hacer llorar a nadie ni divertirlos con mis palabras. Solo quiero que sepan que la quiero lo suficiente como para estar ahí, diciéndoles que en ese momento, me siento feliz de existir.