Ayer y mañana se entregan resultados de los exámenes de selección de UNAM y Poli, respectivamente. Muchos ex-preparatorianos esperan con ansia la publicación de este dato para iniciar el siguiente paso en su vida académica con miras a la adquisición de un conocimiento especifico que los profesionalizará y mejorará así la visión de un futuro laboral promisorio.
No pondré en duda las intenciones de cada individuo, pues este no es el punto que me incumbe. De hecho es bueno para el país tener mejores profesionistas. La economía mexicana tendrá mejores expectativas teniendo gente en edad productiva con mejores conocimientos, es un hecho.
El problema es que quienes pretenden un sitio en una universidad pública no solo han hecho uno de estos exámenes diagnósticos, mediante los cuales las escuelas pretenden encontrar los alumnos mas aptos para desarrollar su vida académica en cada alma-mater. Y de ahí, cada uno de ellos seguirá el proceso de inscripción y posteriormente iniciaran clases en la carrera de su elección, o en algunos casos, en una de sus opciones secundarias.
El problema al que ellos se enfrentan es que existe la posibilidad de que no resulten seleccionados en la Universidad deseada, ya sea por puntaje bajo en el examen, por problemas relacionados con su promedio o por la disposición de lugares para cada carrera. Y la respuesta previsora de cada uno es hacer varios de esos exámenes, ya sea por no dejar tiempo pasar sin darle continuidad a la vida estudiantil, o por que deciden que existen las bases para desarrollarse en cualquiera de las universidades de su elección. El segundo caso es excelente, pues ellos sabrán que tendrán un resultado favorable y con varias opciones.
Pero me he encontrado con niños que no querían estar en la UAM, solo hicieron el examen para no quedarse en casa mientras les daban el resultado de UNAM y Politecnico, pues hicieron incluso las tres evaluaciones. Me pregunto si cada uno de ellos no piensa en los demás aspirantes, en quienes si deseaban el lugar en la UAM, que fue la primera en publicar los resultados y sin tardanza realizaron el proceso de inscripción para iniciar cuanto antes el periodo escolar. Es lamentable recordar que la huelga de trabajadores de esta universidad ocasionó el retraso en el periodo de exámenes pero esto es historia aparte.
Ahora, que los resultados de las otras universidades publicas verán la luz, estos pequeños dejaran la UAM, sin mayor complicación, pues según comentarios que he recibido "La UNAM si es una buena universidad", "En el poli si enseñan bien", "Aquí (UAM) no me gusta" o un glorioso "Allá SI tiene la carrera que quiero". Resulta absurdo tratar de entender tales razones, anteponiendo el desplazamiento de gente capaz que no pudo obtener un sitio en mi escuela por que ellos solo se entretenían en lo que llegaban sus resultados "reales".
En teoría, la elección de carrera es un asunto que debe ser tomado con seriedad y ampliando el espectro a una rama de la ciencia donde podamos aplicar nuestros conocimientos, así que no se cerrarían a una sola carrera, sino a una variedad de ellas que serian adecuadas para desempeñarnos. Así, no tendríamos la complicación de estar cerrados a una sola carrera en una sola escuela. Pero aparentemente solo esperan quedar en la carrera en la escuela que están sus amiguitos, o donde salieron sus hermanos, o donde sus papás les dijeron que "debían" estar.
Será triste ver como mi grupo terminara con el 30% menos de alumnos, siendo optimistas, pero espero que esto sea bueno para todos. También confío en que los desplazados insistan y que sigan en su empeño por conseguir esa carrera y universidad. También espero que quienes vendran el siguiente trimestre hayan hecho una decisión mas consciente, sin la premura de quedarse sin lugar "para estudiar" y si con la firme idea de que el desarrollo se consigue donde hay conocimiento, no donde la influencia social me indica que debo asistir.
