Hace mucho tiempo de la primera ocasión que vi esta película. Aún recuerdo el modo en que solía ver la televisión con mi papá, el tomaba asiento en un banco metálico y yo me sentaba sobre un tapete que usualmente estaba en el piso, al lado de su cama. Con toda tranquilidad, mirábamos cuantas veces pasaban las mismas películas; Pedro Infante, Cantinflas, Tintan y muchos actores que murieron incluso antes de que yo tuviera conciencia de ellos.
En algún momento me di cuenta de mis emociones, pues noté que las cosas me alteraban, las experiencias de cada personajes de las películas podían hacerme reír, asustarme, incomodarme o entristecer. Esta fue una de las que mas me conmovieron.
Aquí desde la muerte del jorobado, amigo de la gente de la vecindad, las escenas comienzan a tornarse en extremo dramáticas; la explosión, la desesperación de Pepe el toro, el descubrimiento del cuerpo inerte del pequeño, el alarido de la madre, todo pasaba demasiado rápido y cuando niño, sufría al no comprender por que el drama llegaba a ser tan vertiginoso.
Las ideas proyectadas me solían impactar, temblaba cuando le preguntaba a mi papá si El torito lloraba o reía, sosteniendo entre sus brazos el cadáver de su pequeño, muerto por asfixia y consumido entre llamaradas provocadas por un enemigo lleno de rencor. Sabia que lloraba, pero quise aclarar mi mente y soportar la intensidad de la imagen que nunca me abandonó mientras crecí.
Con el tiempo me entere de cosas que pasaron en esa filmación, como que Pedro Infante acababa de perder una hija y que durante la grabación pudo exteriorizar la terrible melancolía de perder un hijo. Increíblemente, no actuó esa escena, la vivió y quedo grabada.
Han transcurrido suficientes años en mi vida desde aquellos momentos, cuando me descubrí como un ser sensible. No me avergüenzo al decir que disfruto ser así, me emociono mucho con las cosas que pasan y esto me termina haciendo llorar con alguna canción, en los conciertos de The cure (Obvio), con mis películas preferidas y en momentos especiales. Supongo que comportarme de esta manera me ha dado el carácter melancólico que mucha gente ha podido descubrir en mi, viendo siempre el lado gris de las cosas, con un humor mas bien "ácido" y aparentando seriedad, cuando en realidad estoy en constante análisis de lo que pasa a mi alrededor.
Hoy volví a ver esta película y pude comprobar que aun me hace estremecer, solo que ahora las circunstancias han cambiado. Me ha tocado sentir lo mismo que Pepe el toro o Pedro Infante, pues reconozco la terrible sensación de vacío, el abandono y la incontenible tristeza de sostener el frágil cuerpo de un hijo muerto.
No se supone que esto pase. Los hijos deberían sobrevivir a los padres pues el vinculo de la vida aparentemente debería ser de esta manera. Pero cuando no ocurre, las mañanas soleadas se cubren con velos grises, no notas el sol, la cercanía de la gente, la vida que aun continua.
Fue un poco complicado abandonar la idea de que pudiste ser un buen padre, que habrías hecho tal o cual cosa por el beneficio de un hijo que no llego a conocerte
No hay cosa mas triste que la muerte de alguien joven.
PD. si alguien desea ver la pelicula y tiene tiempo para hacerlo, esta en youtube, dividida pero completa. Ahora en tv la pasan recortada y en medio de cientos de anuncios comerciales que honestamente, distraen demasiado la atención. Aqui dejo los links en orden:
Uno
Dos
Tres
Cuatro
Cinco
Seis
Siete
Ocho
Nueve
Diez
Once
Doce
Trece
Catorce
2 comentarios:
Es increible y me fascina que puedas decirte abiertamente como un ser sensible y no tengas ningun tipo de temor al exponerlo.
Te mando un abrazo muy fuerte y nos estamos leyendo ;)
Creo que durante años adoré a Pedro Infante, sin poder expresar el por qué, depués me di cuenta de que era por lo mucho y diverso que me hacían sentir sus películas.
Me gusta que seas sensible, yo lo soy, en demasía, y el tener a alguien del otro lado que entiende, escucha (o más bien lee) y te acompaña, te hace saber que no estás sólo y que algo, aunque aún no se bien qué, vale la pena
Besos
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