Escena (descripción):
Camino por el patio en mi casa, para salir. A unos pasos de mi, la mascota (una de tantas) de mi cuñada, canina de raza indescriptible, aunque se sabe que es de color negro, yace recostada extendida y voltea su cabeza para notar que me dirijo hacia donde se encuentra. No atina a moverse, por lo que trato de pasar sobre ella, confiando en que no se moverá, aunque esto no ocurre pues cuando mi pie izquierdo esta por librar su cuerpo, se levanta y su cabeza golpea mi pie. Se escucha un alarido intenso, demasiado para la levedad del impacto accidental, y las garras que golpean el piso para emprender tardiamente el camino. Sigo mi rumbo.
Un par de segundos despues, se escucha un grito de reclamo que lanza Cristina, la hija "pequeña" quien esta dentro de su casa. "Si quieres, pégale". Por cuanto me molesta que la gente hable a gritos, respondo de mal humor que yo no suelo golpear nunca a sus perros como ellas siempre hacen.
La parte curiosa: Ella responde: "Por si acaso..."
Primero grito, luego averiguo...
¿Seran solo las ganas de discutir o algun tipo de discusión tribal?
No hay comentarios:
Publicar un comentario