La tentación de existir (fragmento)
" Por cobardía sustituimos la sensación de nuestra nada por la sensación de la nada. Y es que la nada general apenas nos inquieta: vemos en ella demasiado a menudo una promesa, una ausencia fragmentaria, un callejón sin salida que se abre. Durante largo tiempo me obstiné en hallar a alguien que lo supiera todo sobre sí mismo y sobre los otros, un sabio-demonio, divinamente clarividente. Cada vez que creía haberlo encontrado, debía, tras un examen, cambiar de opinión: el nuevo elegido tenía todavía alguna mancha, algún punto negro, no sé qué recoveco de inconsciencia o de debilidad que le rebajaba al nivel de los humanos. Percibía yo en él huellas de deseo o de esperanza, o algún residuo de pesar. Su cinismo era manifiestamente incompleto. ¡Qué decepción! Y proseguía siempre mi búsqueda y siempre mis ídolos del momento pecaban en algún aspecto: el hombre estaba presente en ellos, oculto, maquillado o escamoteado. Acabé por comprender el despotismo de la especie, y por no soñar más que con un no-hombre, con un monstruo que estuviese totalmente convencido de su nada. Era una locura concebirlo: no podía existir, ya que la lucidez absoluta es incompatible con la realidad de los órganos. "
Esto fácilmente podría ser dedicado a muchas personas que conozco, pero lo dejaré esta ocasión para Y., que sufre males similares y le resulta imposible deshacerse de su yo-necesitado; a Jud., que ahora mismo pasa penurias que no sabe a que atribuir, pero que casi imagino que se refieren a lo mismo y a mi, que por mas que quiera invertir las palabras de Cioran, se que en algún momento pude pensar eso mismo y saber que eran mis ideas las que trastornaban mi visión.
¿Alguien mas podría sujetarse a esta perspectiva? ¿Sobre que tipo de entidad sabia piensan que se puede desear llegar a tener deseo de conocer?
A veces he pensado que uno anhela llegar a tener una pareja sabia, que nos conoce y sabe de nuestro peso humano, cada pensamiento y necesidad, que eso equivaldría a tener un amor total, pleno y entregado, correspondido a totalidad; Cioran llego mas lejos, lo aplicó a la vida completa. Y su conclusión es tajante, tal ser no sería humano y su misma humanidad lo hará alejarse mucho mas de esa imagen idealizada a cada vistazo detallado que le demos.
Nadie es la pareja perfecta de ninguno. Tal ser no existe; no habrá jamas quien te entienda a la perfección, que te cobije sin que lo solicites, que sepa que tus pesares se irían con un beso, o que nuestra soledad debes ser respetada, pero también que existe un momento en que debe ser quebrantada por que nos abruma.
Amor, tal cosa y como la imaginamos, ¿Existe?
1 comentario:
No se si exista...pero lo buscamos con mucho afan.
tal vez ese era el truco.
Al no haber sentido de la existencia misma, Dios nos dio algo que perseguir, nuestro circo particular, solo para no voltear hacia el y armar una revolucion.
aunque....no ha pasado ya?
besos G, eres el ser humano que mejor me conoce....
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